Tula

Pese a críticas religiosas la celebración a la Santa Muerte gana terreno en Tula

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En Tula Tamaulipas, la devoción a la Santa Muerte continúa creciendo, a pesar de las fuertes críticas que recibe, especialmente por parte de la Iglesia Católica. Cada año, más personas se suman a esta celebración, considerada por muchos como una expresión auténtica de fe, aunque no siempre comprendida por las doctrinas tradicionales.

 

La familia Morales, anfitriona del festejo, afirma poseer una reliquia de la Santa Muerte con más de 300 años de antigüedad, aunque no han presentado pruebas documentales al respecto. Según explican, devotos acuden desde diferentes regiones del estado, de otras entidades del país, e incluso del otro lado de la frontera, en su mayoría provenientes de comunidades católicas. “Como nosotros, que también somos católicos”, señalan.

 

Los visitantes acuden a cumplir promesas o “mandas” y suelen dejar ofrendas como ramos de flores, veladoras, figuras metálicas conocidas como «milagros» o cartas de agradecimiento por favores recibidos. En los últimos años, se ha observado que algunos asistentes realizan curaciones simbólicas, ataviados con vestimentas relacionadas con la Santa Muerte.

 

Las familias de la región también contribuyen con imágenes de esta figura, que son bendecidas durante la festividad. Si alguien deja dinero en efectivo, se destina a los preparativos del festejo del año siguiente. El evento comienza con las tradicionales mañanitas interpretadas por mariachis, seguido por danzas y comida gratuita para todos los asistentes.

 

En esta ocasión, la mayoría de los visitantes provino de Ciudad Victoria. La celebración se extendió por dos días, con una notable presencia de imágenes de la Santa Muerte, danzantes, mariachis, conjuntos norteños y un ambiente cargado de fervor y devoción, reflejo del arraigo que esta controvertida figura sigue ganando en la región.

 

Tal ha sido la aceptación de esta creencia, que ya existe otra capilla dedicada a la Santa Muerte en el barrio La Mora, lo que deja ver no solo el crecimiento del culto, sino también cómo se ha convertido en una fuente de ingresos. Sin duda, lucrar con esta imagen se ha vuelto un negocio rentable, y poco a poco Tula se ha llenado de devotos de la Santísima Muerte.